jueves, 10 de diciembre de 2020

Esperanza (2ª parte)

 Oye. Sigamos creando a pesar del caos. Entre paredes nubladas que piden a gritos el color que guarda la vida. Entre la necesidad de sentirse vivos y vivir con sentido. Entre la incertidumbre del por qué y del para qué ser.

Sigamos creando a pesar del no saber. Entre las ganas del querer y no poder. Entre dos gotas de agua que echan a suertes quién acaba antes la carrera en el cristal. Entre lo que parece ser y no es.

Sigamos creando a pesar de la tormenta. Entre la necesidad de escribir y sentir. Entre el baile que desata un vendaval que encauza todo desafío. Entre promesas que nunca consiguieron llegar a puerto.

Sigamos creando a pesar del miedo. Entre las ganas de escapar día sí y día también. Entre el querer y odiar la soledad. Entre la quiebra de lo esencial. Entre el grito que provoca el silencio.

Sigamos amando a pesar de la muerte. En el fuego que nace en quien sabe esperar. En la paciencia, que muchas veces está perdida. En la desesperación del mundo y en la quema de sus páginas blancas.

Sigamos creando y amando, porque la vida nos lo está pidiendo. Y ella también.

lunes, 16 de noviembre de 2020

Catarsis

 Y qué más te hace falta para ver que detrás del cristal se encuentra una mera apariencia, que detrás de las palabras hay algo más complejo, y que no saben explicarse ellas solas. Qué te hace falta para entender que una rosa , a pesar de ser muy bella, esconde espinas de calibre 45; que te falta la otra mitad del agua de un vaso para ahogarte y que dentro del abanico del querer se encuentras más colores de los que tú te crees.


Qué más te hace falta para ver que los imposibles son casualidades, que faltan novedades por desvestir y que no son las apariencias las que engañan, sino los prejuicios que hay detrás de ellas. Qué te hace falta para entender que no te arrebatan la alegría, sino que dejas que se escape; que el amor se convierte en ruinas si le das la vuelta y que llevan razón con eso de que lo bueno, si breve, dos veces bueno.


Qué más te hace falta para ver que no necesitas más, que necesitar y querer son polos opuestos y que se atraen... Y que en medio de este tiempo, hay un por qué... y un para qué. Qué más te hace falta para entender que en la vida, en ocasiones, es mejor no saber, mejor no entender... 

Y cada cual come a su gusto.

martes, 20 de octubre de 2020

Lamento

 Quién sabe. Si fue la última gota que colmó el vaso o fue la razón del derecho a equivocarse. Si en el amor y en la guerra todo vale, pero no sabes el precio por el que pagarás por ello. Si la distancia pesa más por el motivo o por la excusa. Si la línea que hay entre odio y amor se queda ausente. 


Quién sabe. Si el rey se queda en jaque mientras el mate está caliente. Si el silencio está dubitativo entre el poder ser y no querer. Si el fin en realidad tiene principios, y los principios no tienen fin. Si la vida tiene razones para seguir, o las razones de seguir es la vida. 


Y quién sabe. Si el corazón es más anfitrión del dolor que la razón, o es la razón la que nos engaña, echando la culpa a otro cuando ella es la impostora. Si pesan más los días que las noches. Si una pluma es capaz de alzar el vuelo si la dejas en libertad, y plasma en papel la historia que está por contar. 


Quién sabe... y qué sabe nadie.

domingo, 30 de agosto de 2020

Quiebra

 Agosto sabe que no todo va como él planeaba, que algo es diferente, que ya no siente lo que estaba acostumbrado a sentir. El transcurso de su historia había sido más rápido y a la vez pesado, todo era tradición. Lluvia de estrellas, soplo de aire fresco, lugar de vacaciones... y sin embargo, esta vez no se siente realmente completo.

Agosto sabe muchas cosas. Quizá ese es su error. Trata de comparar antiguas fechas con estas nuevas, buscando la pieza que le falta a su puzle. Sabe que le va a ser difícil encontrar la parte perfecta para completarse, ¿por qué le cuesta tanto? Mientras, va repasando sus actos uno por uno buscando qué paso se había saltado, o qué fallaba en lo que tanto y tan bien sabía hacer. 

Agosto sabe muchas cosas. Pero lo que no sabe es que ya no le miro con los mismos ojos. Que se va acabando, y no me da pena ver que agosto se marche. No llega a imaginar que septiembre le pisa los talones, que este verano no tendría que haber seguido su tradición. Que todo lo que encerraba en los últimos años no ha afectado mucho a este, porque había sido afectado por algo tan pequeño que le ha desbaratado los planes.


Agosto sabe muchas cosas. Pero lo que no sabe es que pasó sin darnos cuenta, que la pieza que le falta no existe, y que septiembre ha prometido más y ha ganado la apuesta esta vez.

martes, 21 de julio de 2020

1 mensaje no tan nuevo

Dime, ¿qué te pasa por la cabeza en este mismo instante? No te veo libre a pesar de mostrar esa sonrisa, sí estaba forzada. Las estrellas señalan que ya no brillas como antes, que no hallan luz en los años que marcan tu esencia, y que oyen un eco de tristeza cuando haces acto de presencia. Dime, ¿qué te pasa en el corazón, que ha vuelto a mostrar viejas heridas aún creyendo que habían sanado? 

Suelta tantas lágrimas como puedas, limpiarán un poco esa suciedad que te hace flaquear. Acurrúcate y no te sientas mal por querer huir, a veces está bien el no estar bien. Esa presión en el pecho necesita libertad, concédele tregua a la noche para que sea tu mayor confidente durante una canción de cuna. Que sólo ella conozca el tiempo que tardas en ahogar las penas en la almohada. 

Llegarán días mejores en los que volverás a dar sin recibir, a sonreír al natural, a brillar de más y no de menos, a hacer que la soledad solo exista por su nombre. Pero hoy descansa, porque hay derecho de romperse sin dar explicaciones. 

lunes, 29 de junio de 2020

Después de la tormenta...

Muchos pensamientos rondan por la cabeza en estos últimos días. La cabeza trata de organizarse como puede, y las palabras se han atascado hasta el punto de entrar en ausencia. Puede que lo hayas notado, pero no puedo pedir perdón por ello. Las circunstancias ponen a prueba a la inspiración, a quien realizo llamadas dándome a cambio llamadas perdidas en su buzón. Sin embargo, hago el intento de que las palabras salgan sin sentirse forzadas, ellas también tienen alma y corazón.

Pero aquí seguimos, intentando adaptarnos a un desastre que ha conseguido una unión un poco más fuerte. El pequeño ha revolucionado todo, y aun así ha sabido llevarlo mejor que los grandes. No puedo sentir más admiración por él... mientras que nosotros en casa intentamos no echarnos las manos a la cabeza en algunas ocasiones. Si todos estábamos mal de la cabeza, yo la primera, ahora ya ni os cuento. En el buen sentido. 

Aprovecho también para agradeceros a aquellos que habéis estado de alguna manera, presencial y espiritualmente hablando. Esta batalla no la hemos superado solos, de ello somos conscientes. Todavía la cuesta sigue subiendo, pero solo me salen palabras y sentimientos de gratitud a pesar de todo. Que se os conceda el ciento por uno. 

Ya sabéis... viene la calma.

miércoles, 10 de junio de 2020

Pablo

Llevas unos días malito, eso no hay quien lo pueda negar. La llegada de toda esta situación ha dado un giro de 180 grados, rompiendo todos los esquemas habidos y por haber. Incluso ha llegado a parar un tiempo que nos encerraba en monotonía. Todo esto me superó, nos superó a todos. Bien lo sabes, y la memoria también. Solo decirte que no vuelvas a dar este susto al corazón, no te permito que des otro, ¿me lees? 

Y aún así, a día de hoy, estás contento, mostrando una sonrisa que me transmite paz. "No lo entiendo" me decía a mí misma, y sigo diciéndome. Pero a estas alturas poco me importa entender, quizá es mejor no hacerlo. Y que a pesar de todo, estés contento, lo veo una gracia que viene del cielo y que personalmente me ayuda a ir con todo. 

Has sido muy valiente, dándome ejemplo con tan sólo 11 años. No ha sido casualidad nada de lo que ha pasado, cada día soy más consciente de ello... Y gracias por afrontar todo esto como lo has hecho, porque yo no podría haberlo hecho mejor. 

Vuelve pronto a casa, te echamos de menos. No te dejo que empeores, porque encima te llevarás un tirón de orejuelas jeje. Te quiero mucho Pablerillas, ya lo sabes. Y te maldigo por hacernos estudiar el verano entero!!!!!!!!

Tu Pipi que te quiere mucho mucho, no te demores más.

lunes, 1 de junio de 2020

Vorágine

Sin duda el 2020 está siendo un año que quedará escrito en la historia para no olvidar. Se han encargado de que así fuera, desde aquel 31 de diciembre de 2019, momento en el que tanta gente deseaba tener un comienzo diferente. Y así ha sucedido.

Los meses pasados responden ante sus acontecimientos, a cada cuál más surrealista en pleno siglo XXI. La razón y el entendimiento han dejado de existir, han quedado en el olvido, la tinta acabó perdiéndose entre murmullos. El sentido común dejó de tener su propia esencia en su solitaria existencia, se olvidaron de él en pleno pacto destructor.

El amor queda apartado, van recogiendo sus cenizas aquellos quienes han decidido rechazarse a sí mismos. Ahora es el odio quien encabeza el grito despiadado de los que se consideran partidarios de la justicia. Una justicia hecha a medida, perdiendo significado y recopilando muchas de ellas que no fomentan nada.

No sé si nos merecemos todo esto que nos está pasando. Quizá sí, quizá no. Nadie sabe a ciencia cierta cuál es la verdad, porque no le han permitido dejarse presentar. La mentira ahora se disfraza de verdad... y yo solo siento pena y rabia del destino que estamos persiguiendo. Porque va a costar millones de años en que la humanidad pueda perdonarse a sí misma.

Me hace gracia eso de la libertad y el respeto que se proclama hoy en día. Está claro que no tenemos el mismo concepto de estas dos palabras. Pena y rabia.

Y ojalá sentir amor por el caos.

jueves, 28 de mayo de 2020

Retroceso

Creo que cada vez voy más allá en mar abierto, y creo que me perdí. Y para colmo, no deja de ponerse en bucle esa canción que narra lo que llevo un tiempo largo queriendo contar. Hay heridas que vuelven a sangrar, al parecer no se curaron del todo y la piel hace reacción a su actuación.

Abriendo paso entre las letras veo que el verbo ser se rebela y monta una huelga que dura lo que tarda en aparecer la memoria. En el fondo reconozco una figura en esas nubes que tantas veces hemos soñado con pisar desde pequeños, no temiendo a las alturas y dejando al sueño devorar el suelo bajo nuestros pies.

Cúrame viento, ven a mí, llévame lejos... no deja de sonar en el interior. Cúrame tiempo, pasa para mí...
Y es que, que el tiempo sane, es cuestión de fe.

sábado, 23 de mayo de 2020

Serendipia

Decidir es de valientes, quizá por eso soy tan indecisa. El reflejo del alma alza su esencia al cielo, rogando por milésima vez no serlo tanto. Desde el infierno se escucha una plegaria, allí no hay cabida para la rendición. Armarios con espejos, llenos de complejos, se sellan entre sí; señalar se convirtió en su mantra.

El eco fue parte del análisis, casi sin éxito. Desde entonces, el tiempo decidió dedicarse a sanar heridas, significado de muchos pensamientos que perduran por siglos. Páginas en blanco desean casarse con la tinta que un día les cambió el color, muchas veces se rasgan de dolor, el hambre voraz del fuego... sí quema hasta morir.

Mientras tanto, otra semilla florece en medio de la teoría del caos. Algo fue pensado, siempre hay un por qué. Bendiciones clandestinas. Suerte niña, la necesitarás. 

viernes, 15 de mayo de 2020

Microrelato

Hoy os traigo un microrelato que tuve que hacer para un trabajo de clase. Como sigo con trabajos y proyectos del grado, tengo poco tiempo y falta de inspiración (que viene cuando menos me lo espero). Os voy dejando lecturas para degustar... así no os abandono.



Después de dos meses en casa, donde mi aula y mi formación se trasladaron a mi hogar, y con la pantalla abierta al mundo, la vida me permitió aprender a perseverar. Que las cosas a veces no salen como a uno le gustaría que salieran, que los cambios provocan pánico si no se tiene la capacidad de adaptación, y que es la perseverancia el  motivo por el cual el éxito cobra sentido. Ahora los hogares se han convertido en el mundo en el que antes las horas corrían entre sí, mientras que éste se ha paralizado hasta que sane. Y con todo ese tiempo, la vida me permitió aprender a gestionar el tiempo reconociendo que éste es oro y un tesoro así  no puede desperdiciarse. Y no solo es el aprendizaje de su gestión, sino también de su valor que tantas veces olvidamos y se pierde en la rutina de lo que consideramos seguro. Porque ahora, hasta el simple hecho de quedar con las personas que quieres para tomar café, es lo que echamos más de menos. Porque la vida es así. Y porque son las pequeñas cosas las que hacen la vida tan grande.
La vida me permitió el aprendizaje hacia el mundo de las tecnologías, el descubrir formas nuevas de realizar actividades, de potenciar la creatividad en este momento en el que es fácil mantenernos aburridos, en indagar en la investigación y poder fiarse de las capacidades de uno mismo…ese momento de introspección, a veces tan necesario, donde podemos aprender a amar a uno mismo. De trabajar la paciencia en todos sus sentidos, y lo dice alguien que quiere que todo sea ya, cuanto antes mejor. Puede ser que la vida no espera nada, y mientras tanto nosotros debemos esperar en la vida, demostrándole que la esperanza sí es buena, que la vida no se trata en qué esperar, sino en quién y porqué esperar. Démosle razones para quedarse.
La vida me permitió el desarrollo de la escucha activa en mi hogar. Infinitas veces son las que acabo escuchándome a mí misma y quejándome de que nadie mira por mí, y ahora la visión se torna cuando veo que por esa misma razón soy yo la que otras infinitas veces miro por mi egoísmo y antepongo mis necesidades y apetencias a los demás. Y en casa sí que se puede ejercitar, en pasar tiempo con la familia y darte cuenta que el prójimo es igual que tú, que no eres ni mejor ni peor. Sí, hay diferencias, pero sí, somos iguales. Y ver que a ese que tienes al lado le pasan también dificultades, viéndote reflejado en ese espejo que tantas veces tapamos con una sábana para evitar vernos desde fuera. Y sí, la vida me permitió y me permite el poder alentar al reflejo de ese espejo que eres tú y que soy yo.
Hace un año que me veía una completa inútil, sin ser capaz de salir del agujero que yo misma me había cavado. Hoy, analizando el viaje que he hecho desde ese momento hasta ver lo que tengo, puedo decir que sí se puede. Que pueden venir todas las pandemias que quieras. Todas las crisis que quieras. Hoy es el Covid-19, mañana puede ser crisis emocional, pasado puede ser la precariedad laboral, al otro puede ser un mal día. Pero que la vida nos está haciendo ver que hay que celebrarla, que no le demos importancia a tantas tonterías de las que hacemos un mundo,  nos permite descubrir que hay vida después de la muerte, que estamos hechos para avanzar y ser más fuertes, teniendo la fe y la esperanza adecuada para ello. Y que hay una palabra para definir la fuerza que seguro, algún día, vendrá a festejar con nosotros la victoria. Y esa palabra se llama: RESILIENCIA.

martes, 12 de mayo de 2020

Bienvenida

No sabes la de cosas que te esperan. La gente pensará: pobre de llegar en este momento. Pero la gente no sabe que vienes en el mejor de los momentos. En una situación en la que el mundo se va rompiendo cacho a cacho, que las injusticias predominan y que la venda aprieta fuerte por detrás de la cabeza. Pero la gente no sabe que vienes en el mejor de los momentos.

Te esperan más locuras que cosas normales, o aquellas que consideramos normales. Te espera una larga vida en la que tendrás que luchar bastante en más de mil batallas que habrá cada día el resto de tu vida. Te espera un sin entender constante, y el tener que improvisar durante las 24 horas que marca el reloj por años, a veces incluso cansa demasiado.

Pero es aquello que te salva en un escenario en plena función teatral. Muchas comedias con sus respectivas tragedias. Muchas historias contadas que darás a conocer, y otras muchas que te las guardarás solamente para recordar. Muchos guiones sin resolver, y de vez en cuando algo de maquillaje en los desperfectos. Muchos ensayos antes del gran acto, muchos errores y frases equívocas antes de la toma buena. Muchos abucheos que se recompensan con los aplausos que más necesitas oír. Muchas giras mundiales, muchas llegadas a casa después de ellas. Muchos proyectos por hacer y por gestar, muchos sueños que van más allá.

Pero la gente no sabe que vienes en el mejor de los momentos. Porque hoy eres luz en medio de la tormenta. Has llegado haciendo ruido fuerte, eres un rayo. Has llegado para cumplir el sueño de muchos, ya lo irás viendo con el paso del tiempo. El mejor de los momentos, porque la esperanza nace en forma de bebé.

Que el mundo se prepare, otro regalo del cielo ha llegado para alegrar al corazón. Eres un sello del amor.

jueves, 7 de mayo de 2020

Revelación

Intento buscarme en el reflejo del espejo, ahí, en mis ojos. Sé que estoy ahí, pero hay momentos en los que no me veo, o no me reconozco. A veces me oigo a mi misma desde dentro, no lo llames locura. Cojo de vez en cuando mi cuaderno, muchas veces con ganas de hacer cuerpo a pensamientos que, posiblemente quedarán en papel y dejarán de existir, por lo menos durante algún tiempo, hasta que vuelva a abrir el cuaderno y empiece a leer lo que un día fui.

A veces piensas que el sentido no existe... ¿o es una realidad? Y sigues dando vueltas, y no te mareas... desgraciadamente. Me acuerdo mucho de aquel abrazo, lleno de esperanza, de refugio, de consuelo, incluso de frustración. Pero un abrazo llamado hogar.

Vuelves en sí. Hoy sigues sin encontrarte delante de ese espejo. <Vuelve mañana>.

Y mañana nunca existe.

sábado, 2 de mayo de 2020

Quimera

Grábame en tu memoria, así como yo te grabo en mi historia. Tatúame en el blanco de tus ojos, así como yo te tatúo en mi sangre. Guárdame no en el primero, sino en el último de todos tus cajones. Porque, como dicen, los últimos serán los primeros.

Saborea mi voz en tus oídos, dibújame en tus páginas blancas, así como yo te reservo las esquinas de las rotas. Planéame un mapa del tesoro, pero quédatelo, pues yo tengo un mapa de la felicidad donde el lugar que marca la equis hay un tesoro que no se debe enterrar.

Escríbeme tan fuerte como puedas, así como yo te pienso en voz alta. Léeme en los rasgos de tu piel, así como yo te leo y te releo en mi mente, te degusto y pienso el por qué los sueños son tan perfectos. Y tan efímeros.

Y, de repente, te desvaneces.

miércoles, 29 de abril de 2020

En línea

Te busco en la enormidad del tiempo, en presente y en pasado. En cada rato libre que tiene la memoria para traerte de vuelta, sin querer queriendo. Y cuando parece que todo está en línea, llega y aparece tu última conexión, haciendo que el tiempo se detenga. Por lo menos, hasta la próxima interacción.

Por las noches te sigo buscando y sólo te encuentro entre flashes y audios de voz grabados en la mente, y a ésta no le da por eliminar mensajes. 

¿Qué será lo que tiene la vida para mí, que me lo repite una y otra vez? Porque en este bucle se me pierde la razón. Y la cordura. Y sólo encuentro la esperanza del "escribiendo...".

La verdad, no sé si quiero recuperarlas... Escríbeme y ya vemos.

sábado, 25 de abril de 2020

Reminiscencia

Nunca antes los recuerdos me habían definido de forma tan exacta. Quizá es por el simple hecho de pararme y dejar que fluyan con naturalidad. Y es que me llevan  un punto en el que me permiten dar a conocer un poco más del ser.

Echo de menos el despertar en mi segunda habitación. No creo que el color verde de esas cuatro paredes hayan sido casualidad... la esperanza siempre se ha mantenido de forma constante, aun cuando no era capaz de ver. Ese verde esperanza iba para mí. 
Y también echo de menos a esas personas dentro de ese aula que encierra infinitas sensaciones. No había conocido antes tantas almas que pudieran robar un hueco en ese sujeto llamado corazón. Los miércoles de cubos de sureña, en la terraza aunque haga frío, riéndonos hasta llegar al cierre del bar.

Echo de menos quejarme de que la estación está lejos, del tener que anda 25 minutos largos para coger un bus destino hogar. Echo de menos el reencuentro semanal, subirme en el coche, besar a mi padre y preguntar: "¿Qué tal la semana?"

Echo de menos el decir: ya he llegado. Que mis amigos me digan que por qué no he avisado antes. El preguntar a mi mejor amiga si voy a recogerla a casa para ir las dos juntas a cualquier sitio. Echo de menos los planes de café, de cerveza con risas de fondo; los "otra vez se ha quedado dormida", los "Pilar, ¿dónde estás?", y esos cinco minutos de tardanza que se pueden prolongar a diez cuando me ha pillado el toro.

Echo de menos los "¿qué hacemos esta noche?. Tantas veces que me lo han dicho a mi y no lo he dicho yo. Voy a tratar de corregirlo, y perdón por no verlo antes. 
Echo de menos los domingos en los que odio volverme por no ver a los míos por más de un día y medio, dándome pereza no el ir en bus, sino recorrerme otros 25 minutos andando de vuelta a esas cuatro paredes coloreadas de verde esperanza. Ni qué decir el subir esas escaleras hacia el cuarto piso. El "¿ya has llegado?" de una de las hermanas que me regaló la vida hace un año, junto con sus "¿subo o bajas a cenar?".

Y muchas más cosas que me dejo en el tintero. Esos recuerdos... que pronto se vuelvan en rutina.

miércoles, 22 de abril de 2020

Enigma

Perdona si te estoy pensando en este instante, me hace falta un poco de adrenalina en este tiempo crucial. Quizá no es la mejor manera, pero ya sabes que me desahogo en escritura, a la vez que me descompongo. He visto mi figura en la sombra, solo me ha hecho falta un poco de luz en las paredes frías, esas que oyen mis suspiros y ven más de lo que deberían... guardando los secretos que nunca conté a nadie.

Cabe destacar el andar de miles de pensamientos que pasan por la cabeza, perdiéndose entre sí para volverse a encontrar, plasmando la estructura de un ADN singular, especial, sentimental. He oído el tema que reproduce la noche -otra de las mil y una- acompañando de nuevo a esta sombra. Me he permitido el lujo de llamarla Sherezade, ya sabéis, por lo del cuento... le gusta contar historias, casi tanto como a mi.

Perdona si te guardo un rincón en mi libreta, no veo mejor lugar para volverte a leer. La esquina de tu página está doblada para cuando quiera volver, el regreso siempre ha sido una opción. Y perdona por no grabarte en la piel, está prohibida toda marca visible para quien no sea pared. Al fin y al cabo, ellas guardan mejor los secretos, esos que solo a ellas me he atrevido a contar...

Solo ellas saben a letra cierta el por qué.

domingo, 19 de abril de 2020

Corazón

Imagina por un segundo el volver a latir. No malgastes tu tiempo en ese suspiro de un ayer no pasado. Piensa en cuántas veces contarías las horas para poder sentir el calor de nuevo. En las veces que disfrutarás del querer decir te quiero, del poder abrazar sin miedo. Esa sensación de libertad que concede el viento se repite en el movimiento de tu pelo, el blanco de tus ojos vuelven a clarear queriendo recorrer el mundo.

Piensa en un segundo en ese latir. ¿Tiene dueño? Hazlo saber. Y la próxima vez que nos veamos, guárdalo en un susurro, que quede grabado. No temas por lo que llegará a pasar, sino de lo que pudo ser y no fue. Porque el pasado ya no existe y el futuro está aún por escribir.

Porque el corazón necesita mimos hoy en día, no seas egoísta. Marca el sello donde solo tú puedas verlo, que nadie pueda robar la tinta de lo construido. Yo por mi parte, cuando el planeta despierte, haré que mis pies anden descalzos en la hierba, en el agua, sacando la sonrisa a pasear.

Y esto, que va para ti... nos queda un latir pendiente. Cuéntamelo en un susurro cuando puedas.

jueves, 16 de abril de 2020

Contraste

No siempre sale el sol, a veces se oculta más allá de las nubes, permitiendo que cojan un poco de protagonismo para los amantes de la lluvia. Suelen invocar al viento para hacerle melodía, aunque éste pueda emocionarse y subir su intensidad... pero que hace bailar a todo tono de verde.

Pero no, no siempre sale el sol. Y que hay veces que necesitas un poco de oscuridad para ocultarte y secar tus lágrimas, que torres más altas han caído, que hasta Babel confundió su propia lengua. Si no, ¿qué es el éxito sin fracasos? ¿Acaso no lo sabes ya? Sí lo sabes, pero de tanto convencimiento se te llega a olvidar.

Y no, no siempre sale el sol. Permítete flaquear, los valientes sí conocen el llanto. Y no hagas caso al llorar está de más y que el mundo lo tiene sobrevalorado, porque a sí mismo se ha infravalorado por no ser comprendido. Permítete estar mal también, porque de ahí sale el bien.

No, no siempre sale el sol. Y hoy es uno de esos días. ¿O es porque ya es de noche? Qué más da. Dicen que la lluvia es bendición. Igual florece algo bonito. "Después de la tempestad..." 

Y lo siento, yo también estoy aprendiendo. 

domingo, 12 de abril de 2020

Esperanza

Oye. Vayamos a crear algo. Algo que no se pueda explicar con palabras. Algo que se explique con tan sólo mirar, con tan sólo sentir. Donde la fe sea la única razón y el amor la primera y última carta de la baraja. Algo que vaya más allá del más allá.

Vayamos a inventar algo. Algo que nunca o siempre haya existido. Algo que sea sencillo con tan sólo imaginar, con tan sólo suponer. Donde la inteligencia no sea cuestionada y el discernimiento sea arma servida en toda batalla. Algo que sea más grande que el big bang. 

Vayamos a soñar algo. Algo que sea bonito y único. Algo que tenga sentido con tan sólo creer, con tan sólo esperar. Donde la realidad se convierta en sueños, que los sueños, sueños son; y el respirar sea valor de ser. Algo que llame tu atención.

Vayamos a amar. No a algo, sino a alguien. Alguien que tenga un sinsentido sentido. Alguien que podamos predicar con tan sólo callar, con tan sólo dar. Donde el perdón sea el padre y la comprensión sea la madre. Alguien que en la medida del amor, sea amar sin medida.

miércoles, 8 de abril de 2020

Dolor

Vivir sin razón de seguir, seguir sin razón de vivir. Todo quema a tu alrededor, tapando la herida con hielo, el cual arde intensamente. Trozos de cristales rompiéndose en tu cara, espejos malditos y poca mierda en tu teatro sin fin. Observando una guerra interior, viendo que el enemigo vence y tú mueres. Donde yace el tiempo perdido y no hay cabida par las ilusiones Tormentas mentales haciéndote perder el norte. Alma dañada, corazón muerto, sentimientos paralizados.

Te atraviesan espadas y, de la costumbre, no sientes nada. Donde no hay compasión ni perdón, donde la vida se vuelve moribunda. Palabras desletradas y cielos sangrando bajo tus ojos. El olvido va cogiendo protagonismo y la luz se va oscureciendo. El miedo a la decepción se hace presente. Traiciones repentinas cargadas de ansiedad. La peor, a uno mismo. Muerte en vida. Sufrimiento constante.


Eso es dolor. Quien lo probó, lo sabe.

lunes, 6 de abril de 2020

Volveremos a brindar

No soy muy de grabarme cantando, y cuando lo hago, casi nunca se lo muestro a nadie. Pero en este caso, en este caos, me apetecía hacerlo. No está perfecto, ni mucho menos, pero de tanto intentarlo y de tantos fallos ha podido salir decentemente. 

Esta canción se llama "Volveremos a brindar". Un canto a todo lo que está sucediendo, pero sobre todo a lo que está por llegar. Un canto de esperanza ante la lucha de esta pandemia con la que estamos luchando el mundo entero. 

Habla de días tristes, de lo que nos cuesta estar solos, porque en el fondo la soledad es una de las cosas que nos asustan, y por ende de lo que queremos huir. 
Habla de meses grises, de haber entrado en un tiempo donde tenemos que escondernos... para después volvernos a encontrar de nuevo. 
Alaba los aplausos a las ocho, la cercanía aun estando lejos... Ese rayo de luz que aporta la esperanza de que esto acabe pronto.

Menciona el que queda un café pendiente en nuestro bar. Yo te invito a ti a escoger ese bar. Espero que os guste...







Días tristes, nos cuesta estar muy solos

buscamos mil maneras de vencer la estupidez.

Meses grises, es tiempo de escondernos
tal vez sea la forma de encontrarnos otra vez.

Pero son las ocho y has salido a aplaudir a tu ventana, me dan ganas de llorar
al vernos desde lejos tan unidos,
empujando al mismo sitio.
Solo queda un poco más...

Volveremos a juntarnos, volveremos a brindar.
Un café queda pendiente en nuestro bar.


Romperemos ese metro de distancia entre tú y yo,

ya no habrá una pantalla entre los dos.


Ahora es tiempo de pensar y ser pacientes,
confiar más en la gente, ayudar a los demás.

Mientras tanto, otros cuidan los pacientes,
un puñado de valientes que hoy tampoco dormirán.

Pero son las ocho y has salido a aplaudir a tu ventana, me entran ganas de llorar
al vernos desde lejos tan unidos,
empujando al mismo sitio.
Solo queda un poco más...

Volveremos a juntarnos, volveremos a brindar.

Un café queda pendiente en nuestro bar.


Romperemos ese metro de distancia entre tú y yo,
ya no habrá una pantalla entre los dos.

Y después de pasar la cuarentena
habremos hecho un puente que unirá
mi puerta al empezar la primavera 
y la tuya que el verano me traerá...

Volveremos a juntarnos, volveremos a brindar.
Un café queda pendiente en nuestro bar.


Romperemos ese metro de distancia entre tú y yo,

ya no habrá una pantalla entre los dos.

sábado, 4 de abril de 2020

Rescate

Largas las noches y cortos los días que han pasado desde que la casa se ha convertido en mundo. Ahora el patio es la nueva calle, el cual contiene un ventanal abierto que deja ver un trozo de cielo revoltoso que campa a sus anchas. El movimiento del sol es el nuevo pasatiempo para las fachadas, no se atreven a murmurar. Las máquinas han quedado dormidas, están esperando el tacto de sus dueños. La tierra va recuperando energía, ya no se pregunta dónde están los humanos. Prefiere no hacerlo.

Desde que pensó en: no creo en la mala suerte, pero...; y presenció guerras que ningún ser podría soportar, no ha vuelto a quedarse en los qué pasaría. En los ojalás. En los quizás. Alguien ha vuelto a cantar, el eco ya no existe. Guardan silencio hasta su regreso, cada día queda menos.

Hoy ha salido el sol, y alguien ha ido a saludarle. Se queda charlando con él, contándole con ilusión lo que está consiguiendo. Y mientras tanto, la esfera ardiente le filtra la piel para (a)dorarle más de lo que hizo en su momento. Brinda por su nuevo amigo, confía en que algún día puedan charlar en campo abierto. 

miércoles, 1 de abril de 2020

Camino

Habrá días en los que las fuerzas te fallen, en los que la cabeza sea tu mayor enemigo y en los que te refugies en un cierto cuarto del pánico que te hayas creado para guerras internas. Habrá días en los que el cielo sea todo gris, en los que no soportas a nadie: ¿cómo vas a soportarlos si no te soportas a ti mismo? En los que aún estando acompañado, te sientas completamente sólo. Habrá días donde la esperanza se desvanece, en los que deseas que esto fuera una pesadilla, en los que te miras al espejo y no te reconoces; días en los que serás incapaz de aceptar tu historia...

Y sin embargo, habrá días en los que alguien te dedique sus más sinceras palabras, en los que te levanten el ánimo de la manera más simple que te puedas imaginar. Habrá días en los que harás tregua contigo y así, del mismo modo, con ese al que tienes al lado. Habrá días en los que la esperanza regrese, en los que la ilusión recobre vida, en los que la imaginación te lleve por delante. Habrá días donde alguien te volverá a recordar cómo era tu risa, y con un son por delante. En los que la reconciliación es la mejor opción.


Quedan días duros, pero no todo está perdido. Sólo debemos descubrir, en cada paso, con qué pie andar.

lunes, 30 de marzo de 2020

Amor

Tantas emociones juntas hacen estremecer al corazón, el cual responde encarecidamente ante esta tormenta sana que hace sanar cualquier enfermedad. Busco entre las letras, pero me cuesta hallar una definición que haga justicia a todo esto que me está pasando. Quizá la palabra idónea empiece por infinito... uno muy eterno.

Cumplir años en medio de estas circunstancias, donde el miedo abunda en el mundo, donde las almas se quedan en casa tras una puerta que da cobijo al hogar; cumplir años sabiendo que, dejando la familia primordial aparte, no podrás estar físicamente con la gente que quieres y que adoras... sí, es una mierda. Si sólo ves la cuarta pared perteneciente a la visión que en tu mirada se refleja.

Muchos me decían: "Espero que disfrutes de tu día a pesar de estas circunstancias." 
Mi madre hoy me preguntaba: "Pilar, ¿eres feliz?"

Y, sinceramente y sin esconderme, entre lágrimas respondo. 

Chicos, hoy ha sido duro cumplir años en este acontecimiento que estamos traspasando. Pero sí. Lo he disfrutado. He estado rodeada de una familia que me quiere, y sabiendo que no todos los días lo veo, hoy se me ha concedido el no dudar, el soñar, visualizar, sentir más que analizar... se me ha concedido ser y dejar ser, estar y dejar estar. Sí. Lo he disfrutado. Porque, a pesar de echar de menos, de estar encerrada con seis personas en no sé cuántos metros cuadrados, he sentido plenitud en todos los sentidos, elevado a todas las personas que me han felicitado o se han acordado de mí.


Mamá, sí. Soy feliz. Muy feliz. Gracias a papá, a ti por quererme como lo hacéis. A Mairena, Jesús, María y Pablo por quererme como podéis. Soy feliz. Doy gracias por esos amigos tan maravillosos, por ser y estar en las buenas y en las malas. Y a pesar de no estar con ellos hoy, los he sentido. Siempre os siento. Gracias a todos aquellos que se han acordado de mí, que han sacado un hueco para mostrarme afecto, cariño, pensamiento... Os estimo de la misma manera, creedme. Sí, mamá. Soy muy feliz. Y después de dormir unos cuantos meses, he despertado en unos tiempos que no eran ni son los míos. El Señor me lo ha concedido, y me ha dado el mejor regalo que podría esperar.

Y obviando la presencia de aquellos que quedan en el cielo, siempre conmigo van.

Perdonadme si resulto muy "cursi", pero he cumplido 21 años, y me vais a permitir todas estas palabras que se quedan cortas en correspondencia a lo que el corazón intenta manifestar. No sé si realmente merezco todo esto que estoy recibiendo. Todavía me falta tener un poco más de fe y perdón en mí. Pero sí siento orgullo de lo que tengo. De lo que obtengo. 

Sí, lo he disfrutado. Y sí, soy feliz... porque he recibido amor, mucho amor. Y este alma loca está agradecida por ello.

viernes, 27 de marzo de 2020

Aurora

Faltó un universo por conocer dentro de esa galaxia que se ha perdido y andan buscando. No se supo bien si el cielo mostraba un concierto de luz o una tormenta de sensaciones. Y sin embargo, es el sol quien le ve nacer y el único capaz de darle nombre. 

Van por ahí jugando a rimar, volver sin atrás mirar, a primero pensar para después olvidar. Tanto asombro por el final y tan poco valor al sentido de su existencia. Inicios no recordados, repudiados, malhablados.... que hicieron de una oruga, una mariposa.

Muchas nanas han sido forjadas en la cúspide de los primeros destellos, dejando que la luna se vaya a descansar tras una larga jornada. Y mientras, cada noche se prometen una cita a la que, desgraciadamente, casi siempre falla alguna. Y a la espera de este sello, se dejan mensajes esp(a)eciales. 

Alfa como lema y omega a la vista. 
Principio y fin, uno no es sin el otro.
Un te quiero, una caricia y un adiós.

miércoles, 25 de marzo de 2020

Lux

Hace poco leí lo siguiente:

"Hemos salido de la normalidad porque la normalidad era el problema"

Ver cómo esa normalidad se ha borrado de un plumazo es acontecimiento que todo ser humano, razonablemente, no llega a entender. Lo intenta buscando explicaciones y culpables, buscando sentido en su ser y echando por tierra al resto. Intenta comprender cómo toda una normalidad no es inquebrantable, y que ahora todo lo que parecía seguro, ahora ya no lo es.

Que la locura (de la buena) ahora es la que te salva un poco de este encierro. Un poco irónico el caer en lo que algunos consideran "locura" para no perder la cordura. Un salvoconducto para el alma. Y lo bueno que es compartir un poco de ésta en tiempos de crisis de toda raza. Y es que el ser descubiertos como polvo que puede ser arrollado en cualquier momento asusta... si no se tiene la fe adecuada.

Yo mientras tanto seguiré aportando mi granito de arena, y compartir un poco de esta locura que, según mis padres, me ha sido regalada desde el cielo (aunque ellos en lugar de locura, lo llaman luz). Y, si me permites decirte un consejo, yo que tú me empaparía de aquella "luz" que te llegue.

Aunque no lo parezca, nos cuidan desde arriba.

lunes, 23 de marzo de 2020

Fénix

Vemos cómo el mundo se da la mano en su propia defunción. El silencio se ha hecho con el papel protagonista de esta historia de puertas para afuera, porque hacia dentro el sentir ha cobrado vida. Su epitafio  encierra lo que el corazón anhela: una salvación en tiempo propicio. 

Van curándose algunas heridas que la sociedad marcó en las palmas de sus manos, remedios paliativos hasta Dios sabe cuándo. Las mantas de las calles están recogidas, los deshechos empiezan a rehacerse de nuevo, o por lo menos hacen el intento. Europa pide auxilio ante su agonía mientras se encierra en sí misma para encontrar consuelo.

Tanta desesperanza y tanto desasosiego.... quién lo iba a decir, esperar, o imaginar a tres meses después de haber nacido por doble vigésima vez. Sin embargo, no cesan los aplausos y vítores ante tal acontecimiento. ¿Lo escuchas?

Es la humanidad resurgiendo de sus cenizas. Creando un poco de luz entre tanta oscuridad. Es por eso que andan diciendo por ahí eso de: "no hay mal que por bien no venga". 

viernes, 20 de marzo de 2020

Roca del Rey

No fue nuestra la oportunidad de rugir desde dentro. Ni tampoco fue nuestro el derecho a odiarnos. Aquí no había leyes que valiesen, de hecho se apostó desde el principio por una libertad quizá plastificada. Y sin embargo nos levantamos un muro que ni Berlín se atrevía a mencionar.

Los duelos fueron algo que no pudimos evitar, evidenciamos toda partida que deseaba acabar... y sin embargo el corazón pedía respeto, la mente piedad. Entramos en un bucle que casi nos cuesta la cordura, fatídico plan para la existencia. Y mientras, la arena se encargaba de sellar las huellas, por si perdíamos el camino de vuelta. Gracias al mar que nos permitió regresar.

No fue nuestra la oportunidad de elegir desde fuera. Ni tampoco fue nuestro el derecho a sufrir. Aquí no había leyes que valiesen, pero ahora valemos más, siempre lo hemos sido.

La recompensa se encuentra mirando más allá de lo que ves. 

lunes, 16 de marzo de 2020

Prólogo

Miembro de una familia numerosa, un tanto especial. Hija de un guardia civil y licenciado en derecho que aboga por su familia, y de una ama de casa que hace honor a su conjugación. Hermana de cuatro personajes, específicamente menor de una y mayor de tres últimos. Si nos sumas somos un conjunto de cinco triunfos de un amor sin límites. Adoctrinada en la fe cristiana en un mundo prácticamente devoto de sí mismo.

Amiga de los que comparten un poco la locura, suya y mía. Intentando aprender de los errores y celebrando los logros. Con defectos y virtudes (más de lo primero que de lo segundo) en un entorno rodeado de personas como hermanos. Ahora quita el "como" de la oración anterior. Dicen que todo queda en familia.

Conocida de algunos, desconocida de muchos. Más lo segundo que lo primero, no sé si afortunadamente. Y del primer adjetivo, llevada a cabo por un punto en común que nos llevó a saber el uno del otro. Nada sucede por casualidad, o eso van diciendo por ahí.

A veces roca, muchas veces cristal. No busques perfección donde esa palabra no reconoce significado alguno en la persona que ha escrito esto. Amante de las letras y de la música, aquello que el arte recopila, y en busca de su propia banda sonora. Sí, en ocasiones soy capaz de referirte algo tarareando su identidad.

Por último, ese grito al viento que lanza el alma en busca de fe y esperanza (son bonitos nombres, no los ensucies), y que se mete en tu cabeza como una voz en "off" que eres capaz de oír sin mediar sonido alguno.

Bienvenidos a lo que yo llamo a partir de ahora hogar. Prometo no ser muy trascendental, pero puede que falle en el intento, pues el alma refleja lo que siente y lo que es. Todo lo que soy, y lo que me queda por ser. ¿Me acompañas?

Bienvenidos a Gritos al viento.