sábado, 25 de abril de 2020

Reminiscencia

Nunca antes los recuerdos me habían definido de forma tan exacta. Quizá es por el simple hecho de pararme y dejar que fluyan con naturalidad. Y es que me llevan  un punto en el que me permiten dar a conocer un poco más del ser.

Echo de menos el despertar en mi segunda habitación. No creo que el color verde de esas cuatro paredes hayan sido casualidad... la esperanza siempre se ha mantenido de forma constante, aun cuando no era capaz de ver. Ese verde esperanza iba para mí. 
Y también echo de menos a esas personas dentro de ese aula que encierra infinitas sensaciones. No había conocido antes tantas almas que pudieran robar un hueco en ese sujeto llamado corazón. Los miércoles de cubos de sureña, en la terraza aunque haga frío, riéndonos hasta llegar al cierre del bar.

Echo de menos quejarme de que la estación está lejos, del tener que anda 25 minutos largos para coger un bus destino hogar. Echo de menos el reencuentro semanal, subirme en el coche, besar a mi padre y preguntar: "¿Qué tal la semana?"

Echo de menos el decir: ya he llegado. Que mis amigos me digan que por qué no he avisado antes. El preguntar a mi mejor amiga si voy a recogerla a casa para ir las dos juntas a cualquier sitio. Echo de menos los planes de café, de cerveza con risas de fondo; los "otra vez se ha quedado dormida", los "Pilar, ¿dónde estás?", y esos cinco minutos de tardanza que se pueden prolongar a diez cuando me ha pillado el toro.

Echo de menos los "¿qué hacemos esta noche?. Tantas veces que me lo han dicho a mi y no lo he dicho yo. Voy a tratar de corregirlo, y perdón por no verlo antes. 
Echo de menos los domingos en los que odio volverme por no ver a los míos por más de un día y medio, dándome pereza no el ir en bus, sino recorrerme otros 25 minutos andando de vuelta a esas cuatro paredes coloreadas de verde esperanza. Ni qué decir el subir esas escaleras hacia el cuarto piso. El "¿ya has llegado?" de una de las hermanas que me regaló la vida hace un año, junto con sus "¿subo o bajas a cenar?".

Y muchas más cosas que me dejo en el tintero. Esos recuerdos... que pronto se vuelvan en rutina.

No hay comentarios:

Publicar un comentario