miércoles, 29 de abril de 2020

En línea

Te busco en la enormidad del tiempo, en presente y en pasado. En cada rato libre que tiene la memoria para traerte de vuelta, sin querer queriendo. Y cuando parece que todo está en línea, llega y aparece tu última conexión, haciendo que el tiempo se detenga. Por lo menos, hasta la próxima interacción.

Por las noches te sigo buscando y sólo te encuentro entre flashes y audios de voz grabados en la mente, y a ésta no le da por eliminar mensajes. 

¿Qué será lo que tiene la vida para mí, que me lo repite una y otra vez? Porque en este bucle se me pierde la razón. Y la cordura. Y sólo encuentro la esperanza del "escribiendo...".

La verdad, no sé si quiero recuperarlas... Escríbeme y ya vemos.

sábado, 25 de abril de 2020

Reminiscencia

Nunca antes los recuerdos me habían definido de forma tan exacta. Quizá es por el simple hecho de pararme y dejar que fluyan con naturalidad. Y es que me llevan  un punto en el que me permiten dar a conocer un poco más del ser.

Echo de menos el despertar en mi segunda habitación. No creo que el color verde de esas cuatro paredes hayan sido casualidad... la esperanza siempre se ha mantenido de forma constante, aun cuando no era capaz de ver. Ese verde esperanza iba para mí. 
Y también echo de menos a esas personas dentro de ese aula que encierra infinitas sensaciones. No había conocido antes tantas almas que pudieran robar un hueco en ese sujeto llamado corazón. Los miércoles de cubos de sureña, en la terraza aunque haga frío, riéndonos hasta llegar al cierre del bar.

Echo de menos quejarme de que la estación está lejos, del tener que anda 25 minutos largos para coger un bus destino hogar. Echo de menos el reencuentro semanal, subirme en el coche, besar a mi padre y preguntar: "¿Qué tal la semana?"

Echo de menos el decir: ya he llegado. Que mis amigos me digan que por qué no he avisado antes. El preguntar a mi mejor amiga si voy a recogerla a casa para ir las dos juntas a cualquier sitio. Echo de menos los planes de café, de cerveza con risas de fondo; los "otra vez se ha quedado dormida", los "Pilar, ¿dónde estás?", y esos cinco minutos de tardanza que se pueden prolongar a diez cuando me ha pillado el toro.

Echo de menos los "¿qué hacemos esta noche?. Tantas veces que me lo han dicho a mi y no lo he dicho yo. Voy a tratar de corregirlo, y perdón por no verlo antes. 
Echo de menos los domingos en los que odio volverme por no ver a los míos por más de un día y medio, dándome pereza no el ir en bus, sino recorrerme otros 25 minutos andando de vuelta a esas cuatro paredes coloreadas de verde esperanza. Ni qué decir el subir esas escaleras hacia el cuarto piso. El "¿ya has llegado?" de una de las hermanas que me regaló la vida hace un año, junto con sus "¿subo o bajas a cenar?".

Y muchas más cosas que me dejo en el tintero. Esos recuerdos... que pronto se vuelvan en rutina.

miércoles, 22 de abril de 2020

Enigma

Perdona si te estoy pensando en este instante, me hace falta un poco de adrenalina en este tiempo crucial. Quizá no es la mejor manera, pero ya sabes que me desahogo en escritura, a la vez que me descompongo. He visto mi figura en la sombra, solo me ha hecho falta un poco de luz en las paredes frías, esas que oyen mis suspiros y ven más de lo que deberían... guardando los secretos que nunca conté a nadie.

Cabe destacar el andar de miles de pensamientos que pasan por la cabeza, perdiéndose entre sí para volverse a encontrar, plasmando la estructura de un ADN singular, especial, sentimental. He oído el tema que reproduce la noche -otra de las mil y una- acompañando de nuevo a esta sombra. Me he permitido el lujo de llamarla Sherezade, ya sabéis, por lo del cuento... le gusta contar historias, casi tanto como a mi.

Perdona si te guardo un rincón en mi libreta, no veo mejor lugar para volverte a leer. La esquina de tu página está doblada para cuando quiera volver, el regreso siempre ha sido una opción. Y perdona por no grabarte en la piel, está prohibida toda marca visible para quien no sea pared. Al fin y al cabo, ellas guardan mejor los secretos, esos que solo a ellas me he atrevido a contar...

Solo ellas saben a letra cierta el por qué.

domingo, 19 de abril de 2020

Corazón

Imagina por un segundo el volver a latir. No malgastes tu tiempo en ese suspiro de un ayer no pasado. Piensa en cuántas veces contarías las horas para poder sentir el calor de nuevo. En las veces que disfrutarás del querer decir te quiero, del poder abrazar sin miedo. Esa sensación de libertad que concede el viento se repite en el movimiento de tu pelo, el blanco de tus ojos vuelven a clarear queriendo recorrer el mundo.

Piensa en un segundo en ese latir. ¿Tiene dueño? Hazlo saber. Y la próxima vez que nos veamos, guárdalo en un susurro, que quede grabado. No temas por lo que llegará a pasar, sino de lo que pudo ser y no fue. Porque el pasado ya no existe y el futuro está aún por escribir.

Porque el corazón necesita mimos hoy en día, no seas egoísta. Marca el sello donde solo tú puedas verlo, que nadie pueda robar la tinta de lo construido. Yo por mi parte, cuando el planeta despierte, haré que mis pies anden descalzos en la hierba, en el agua, sacando la sonrisa a pasear.

Y esto, que va para ti... nos queda un latir pendiente. Cuéntamelo en un susurro cuando puedas.

jueves, 16 de abril de 2020

Contraste

No siempre sale el sol, a veces se oculta más allá de las nubes, permitiendo que cojan un poco de protagonismo para los amantes de la lluvia. Suelen invocar al viento para hacerle melodía, aunque éste pueda emocionarse y subir su intensidad... pero que hace bailar a todo tono de verde.

Pero no, no siempre sale el sol. Y que hay veces que necesitas un poco de oscuridad para ocultarte y secar tus lágrimas, que torres más altas han caído, que hasta Babel confundió su propia lengua. Si no, ¿qué es el éxito sin fracasos? ¿Acaso no lo sabes ya? Sí lo sabes, pero de tanto convencimiento se te llega a olvidar.

Y no, no siempre sale el sol. Permítete flaquear, los valientes sí conocen el llanto. Y no hagas caso al llorar está de más y que el mundo lo tiene sobrevalorado, porque a sí mismo se ha infravalorado por no ser comprendido. Permítete estar mal también, porque de ahí sale el bien.

No, no siempre sale el sol. Y hoy es uno de esos días. ¿O es porque ya es de noche? Qué más da. Dicen que la lluvia es bendición. Igual florece algo bonito. "Después de la tempestad..." 

Y lo siento, yo también estoy aprendiendo. 

domingo, 12 de abril de 2020

Esperanza

Oye. Vayamos a crear algo. Algo que no se pueda explicar con palabras. Algo que se explique con tan sólo mirar, con tan sólo sentir. Donde la fe sea la única razón y el amor la primera y última carta de la baraja. Algo que vaya más allá del más allá.

Vayamos a inventar algo. Algo que nunca o siempre haya existido. Algo que sea sencillo con tan sólo imaginar, con tan sólo suponer. Donde la inteligencia no sea cuestionada y el discernimiento sea arma servida en toda batalla. Algo que sea más grande que el big bang. 

Vayamos a soñar algo. Algo que sea bonito y único. Algo que tenga sentido con tan sólo creer, con tan sólo esperar. Donde la realidad se convierta en sueños, que los sueños, sueños son; y el respirar sea valor de ser. Algo que llame tu atención.

Vayamos a amar. No a algo, sino a alguien. Alguien que tenga un sinsentido sentido. Alguien que podamos predicar con tan sólo callar, con tan sólo dar. Donde el perdón sea el padre y la comprensión sea la madre. Alguien que en la medida del amor, sea amar sin medida.

miércoles, 8 de abril de 2020

Dolor

Vivir sin razón de seguir, seguir sin razón de vivir. Todo quema a tu alrededor, tapando la herida con hielo, el cual arde intensamente. Trozos de cristales rompiéndose en tu cara, espejos malditos y poca mierda en tu teatro sin fin. Observando una guerra interior, viendo que el enemigo vence y tú mueres. Donde yace el tiempo perdido y no hay cabida par las ilusiones Tormentas mentales haciéndote perder el norte. Alma dañada, corazón muerto, sentimientos paralizados.

Te atraviesan espadas y, de la costumbre, no sientes nada. Donde no hay compasión ni perdón, donde la vida se vuelve moribunda. Palabras desletradas y cielos sangrando bajo tus ojos. El olvido va cogiendo protagonismo y la luz se va oscureciendo. El miedo a la decepción se hace presente. Traiciones repentinas cargadas de ansiedad. La peor, a uno mismo. Muerte en vida. Sufrimiento constante.


Eso es dolor. Quien lo probó, lo sabe.

lunes, 6 de abril de 2020

Volveremos a brindar

No soy muy de grabarme cantando, y cuando lo hago, casi nunca se lo muestro a nadie. Pero en este caso, en este caos, me apetecía hacerlo. No está perfecto, ni mucho menos, pero de tanto intentarlo y de tantos fallos ha podido salir decentemente. 

Esta canción se llama "Volveremos a brindar". Un canto a todo lo que está sucediendo, pero sobre todo a lo que está por llegar. Un canto de esperanza ante la lucha de esta pandemia con la que estamos luchando el mundo entero. 

Habla de días tristes, de lo que nos cuesta estar solos, porque en el fondo la soledad es una de las cosas que nos asustan, y por ende de lo que queremos huir. 
Habla de meses grises, de haber entrado en un tiempo donde tenemos que escondernos... para después volvernos a encontrar de nuevo. 
Alaba los aplausos a las ocho, la cercanía aun estando lejos... Ese rayo de luz que aporta la esperanza de que esto acabe pronto.

Menciona el que queda un café pendiente en nuestro bar. Yo te invito a ti a escoger ese bar. Espero que os guste...







Días tristes, nos cuesta estar muy solos

buscamos mil maneras de vencer la estupidez.

Meses grises, es tiempo de escondernos
tal vez sea la forma de encontrarnos otra vez.

Pero son las ocho y has salido a aplaudir a tu ventana, me dan ganas de llorar
al vernos desde lejos tan unidos,
empujando al mismo sitio.
Solo queda un poco más...

Volveremos a juntarnos, volveremos a brindar.
Un café queda pendiente en nuestro bar.


Romperemos ese metro de distancia entre tú y yo,

ya no habrá una pantalla entre los dos.


Ahora es tiempo de pensar y ser pacientes,
confiar más en la gente, ayudar a los demás.

Mientras tanto, otros cuidan los pacientes,
un puñado de valientes que hoy tampoco dormirán.

Pero son las ocho y has salido a aplaudir a tu ventana, me entran ganas de llorar
al vernos desde lejos tan unidos,
empujando al mismo sitio.
Solo queda un poco más...

Volveremos a juntarnos, volveremos a brindar.

Un café queda pendiente en nuestro bar.


Romperemos ese metro de distancia entre tú y yo,
ya no habrá una pantalla entre los dos.

Y después de pasar la cuarentena
habremos hecho un puente que unirá
mi puerta al empezar la primavera 
y la tuya que el verano me traerá...

Volveremos a juntarnos, volveremos a brindar.
Un café queda pendiente en nuestro bar.


Romperemos ese metro de distancia entre tú y yo,

ya no habrá una pantalla entre los dos.

sábado, 4 de abril de 2020

Rescate

Largas las noches y cortos los días que han pasado desde que la casa se ha convertido en mundo. Ahora el patio es la nueva calle, el cual contiene un ventanal abierto que deja ver un trozo de cielo revoltoso que campa a sus anchas. El movimiento del sol es el nuevo pasatiempo para las fachadas, no se atreven a murmurar. Las máquinas han quedado dormidas, están esperando el tacto de sus dueños. La tierra va recuperando energía, ya no se pregunta dónde están los humanos. Prefiere no hacerlo.

Desde que pensó en: no creo en la mala suerte, pero...; y presenció guerras que ningún ser podría soportar, no ha vuelto a quedarse en los qué pasaría. En los ojalás. En los quizás. Alguien ha vuelto a cantar, el eco ya no existe. Guardan silencio hasta su regreso, cada día queda menos.

Hoy ha salido el sol, y alguien ha ido a saludarle. Se queda charlando con él, contándole con ilusión lo que está consiguiendo. Y mientras tanto, la esfera ardiente le filtra la piel para (a)dorarle más de lo que hizo en su momento. Brinda por su nuevo amigo, confía en que algún día puedan charlar en campo abierto. 

miércoles, 1 de abril de 2020

Camino

Habrá días en los que las fuerzas te fallen, en los que la cabeza sea tu mayor enemigo y en los que te refugies en un cierto cuarto del pánico que te hayas creado para guerras internas. Habrá días en los que el cielo sea todo gris, en los que no soportas a nadie: ¿cómo vas a soportarlos si no te soportas a ti mismo? En los que aún estando acompañado, te sientas completamente sólo. Habrá días donde la esperanza se desvanece, en los que deseas que esto fuera una pesadilla, en los que te miras al espejo y no te reconoces; días en los que serás incapaz de aceptar tu historia...

Y sin embargo, habrá días en los que alguien te dedique sus más sinceras palabras, en los que te levanten el ánimo de la manera más simple que te puedas imaginar. Habrá días en los que harás tregua contigo y así, del mismo modo, con ese al que tienes al lado. Habrá días en los que la esperanza regrese, en los que la ilusión recobre vida, en los que la imaginación te lleve por delante. Habrá días donde alguien te volverá a recordar cómo era tu risa, y con un son por delante. En los que la reconciliación es la mejor opción.


Quedan días duros, pero no todo está perdido. Sólo debemos descubrir, en cada paso, con qué pie andar.