miércoles, 1 de abril de 2020

Camino

Habrá días en los que las fuerzas te fallen, en los que la cabeza sea tu mayor enemigo y en los que te refugies en un cierto cuarto del pánico que te hayas creado para guerras internas. Habrá días en los que el cielo sea todo gris, en los que no soportas a nadie: ¿cómo vas a soportarlos si no te soportas a ti mismo? En los que aún estando acompañado, te sientas completamente sólo. Habrá días donde la esperanza se desvanece, en los que deseas que esto fuera una pesadilla, en los que te miras al espejo y no te reconoces; días en los que serás incapaz de aceptar tu historia...

Y sin embargo, habrá días en los que alguien te dedique sus más sinceras palabras, en los que te levanten el ánimo de la manera más simple que te puedas imaginar. Habrá días en los que harás tregua contigo y así, del mismo modo, con ese al que tienes al lado. Habrá días en los que la esperanza regrese, en los que la ilusión recobre vida, en los que la imaginación te lleve por delante. Habrá días donde alguien te volverá a recordar cómo era tu risa, y con un son por delante. En los que la reconciliación es la mejor opción.


Quedan días duros, pero no todo está perdido. Sólo debemos descubrir, en cada paso, con qué pie andar.

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