Te busco en la enormidad del tiempo, en presente y en pasado. En cada rato libre que tiene la memoria para traerte de vuelta, sin querer queriendo. Y cuando parece que todo está en línea, llega y aparece tu última conexión, haciendo que el tiempo se detenga. Por lo menos, hasta la próxima interacción.
Por las noches te sigo buscando y sólo te encuentro entre flashes y audios de voz grabados en la mente, y a ésta no le da por eliminar mensajes.
¿Qué será lo que tiene la vida para mí, que me lo repite una y otra vez? Porque en este bucle se me pierde la razón. Y la cordura. Y sólo encuentro la esperanza del "escribiendo...".
La verdad, no sé si quiero recuperarlas... Escríbeme y ya vemos.
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