sábado, 14 de octubre de 2023

Contienda

 Al soñar se cuenta con perder. La culpa que tiene el mundo por no salirse de la norma, el arriesgarse queda prohibido en el silencio de los ojos de la gente. El escenario vuelve a no compartirse, a desvestirse, los focos apuntan a la nada, y en esa nada el presente ya no existe. El darse a sí mismo está de moda, el donarse se ha vuelto exclusivo: el bello arte de aquellos quienes se atreven a ser. 

La tierra sostiene los duelos entre pañuelos, ignorancia y apatía. ¿Dónde ha quedado el corazón? Almas vagas, mentes cerradas, muchos anhelos. Todos disparan y nadie hace nada. La boca rebosa de juicios y las cosas más sencillas se han vuelto de oro. Por dentro el daño, por fuera el engaño. Se han atrevido a cambiar el tiempo, y éste lo está cobrando caro. 

Como un folio arrugado, un bolígrafo sin tinta. Pero la vida no es así de sencilla. La apuesta a la esperanza baja sin frenos, el amor en todos sus ámbitos está en jaque. Y todos jugamos entre blancos y negros.

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